Ningún alimento engorda por sí solo. Lo importante es el balance energético global en un período de tiempo no inferior a 15 días. Además, no hay evidencia científica que relacione el consumo de azúcar con la obesidad.
Sin embargo, si hay abundante información que relaciona el consumo de azúcar con una menor ingesta de grasa y, por lo tanto, una menor probabilidad de padecer obesidad. Por otra parte, el aporte energético de los carbohidratos, 4 calorías por gramo, es bastante inferior al de las grasas, 9 calorías por gramo.
La obesidad es el resultado de un desequilibrio, propiciado porque se ha realizado un aporte global de energía que sobrepasa el gasto energético. La composición de la dieta puede influir sobre este balance energético positivo. Las dietas con un alto contenido de carbohidratos, en comparación con las dietas con un alto contenido en grasa, a igual aporte energético, reducen la probabilidad de que se acumule grasa en el organismo.
Los alimentos “light” se caracterizan porque sustituyen en su composición determinados ingredientes por otro que aportan menos calorías. Sin embargo, lo importante para controlar el peso corporal es la ingesta calórica total al cabo del día. La efectividad del consumo de alimentos “light” para el control del peso no está suficientemente demostrada porque, además, en muchas ocasiones, la reducción calórica es insignificante.
Por otra parte, hay suficiente información que relaciona una mayor ingesta de grasa y mayor peso corporal con los consumidores habituales de productos con poca o ninguna azúcar o “light”.
El factor psicológico puede influir también en que los consumidores de estos productos piensen que pueden consumir una cantidad superior de ellos, con lo que se produce un efecto contrario de mayor ingesta de energía.
Los expertos definen la caries como una enfermedad multifactorial en cuyo desarrollo influyen factores infecciosos y genéticos además de la dieta, y donde la higiene bucodental y las medidas de prevención como la fluoración o las visitas regulares al odontólogo juegan un papel clave.
Hoy en día tal y como aseguran los princi- pales especialistas en odontología, con un correcto seguimiento de unas mínimas medidas de higiene bucodental, el consumo de azúcar ya no se considera un factor de riesgo para el desarrollo de la caries.
La diabetes es una enfermedad en la que influyen decisivamente los factores hereditarios y la obesidad.
Ningún estudio científico ha demostrado que el consumo elevado de azúcar contribuya a la aparición y desarrollo de la diabetes, por lo que su eliminación de la dieta no garantiza la prevención de esta enfermedad.